"Juegos de Guerra" de Miguelangel Sotelo
El arte es
una aventura. Es posible que el artista esté seguro de lo que quiere
lograr, sin embargo, mientras lo hace, mientras está inmerso en su
proceso creativo, ignora el resultado de su producto final. Esto
sucede porque en este mismo proceso es donde suelen surgir nuevas
preguntas o aparecer, de pronto, un color inesperado, una imagen
divergente, un pensamiento nuevo y son estos factores los que pueden
originar giros imprevistos en la obra y que en definitiva, hacen que
el resultado final de la misma, sea impredecible.
En este
sentido, la obra de Miguelangel emprende una aventura, un desafío al
cual se enfrenta con decisión y espera acertar. Frente a lo que lo
conmueve íntimamente, frente a una realidad hostil, hiriente y que
no cesa, a pesar del devenir del tiempo y de la historia, Miguelangel
nos propone, desde una mirada contemporánea, un recordatorio frente
al olvido. Pero, olvido de qué?
Por
distracción o porque simplemente no queremos recordar estos aciagos
momentos, tratamos de olvidar los devastadores o contundentes hechos
sociales, históricos, que han marcado a la humanidad, que están
documentados y en la actualidad, debido al acelerado desarrollo de
las tecnologías de la información y la comunicación, tenemos fácil
acceso a ellos, sin embargo, con esa misma facilidad, omitimos
recordar las grandes guerras que han devastado el mundo, el problema
de la migración, las injusticias, la desigualdad, los
enfrentamientos sociales, en fin, todos aquellos hechos que como
sociedad, aún no hemos sabido resolver. Y es aquí donde el artista
nos plantea esta problemática global desde dos ámbitos estéticos
diferentes y contrapuestos pero que se articulan en uno solo: el
juego como creación y como generador de conocimiento. A través del
cruce de diferentes soportes artísticos, se abordan cuestiones
sociales, políticas y estéticas, así como la construcción y
deconstrucción de formas plásticas, geométricas y abstractas,
generando una significativa tensión entre una realidad dolorosa,
documentada en videos en plataformas de internet y una propuesta más
personal, pictórica y no figurativa.
"Mare Nostrum"
Díptico - 120 x 120 cm C/U
Acrílico sobre tela
2020
En
un primer ámbito el artista parte del impacto que pueden generar los
códigos QR, ya desarrollados desde finales del siglo pasado y
utilizados también en el arte contemporáneo que desde el año 2010
acuña el término “Movile Tagging Art” para designar la
expresión artística que utiliza la tecnología en procesos de
escaneo, decodificación y lectura de formas geométricas
bidimensionales
para revelar de manera rápida toda clase de contenidos textuales,
sonoros o visuales, escogidos en este caso por el mismo artista con
una intensión específica, utilizando enlaces de internet alusivos a
la temática de la guerra y la confrontación social.
"I gotta a dream"
Díptico - 120 x 120 cm C/U
Acrílico sobre tela
2020
En un
segundo ámbito, observamos que estos códigos QR están expuestos
junto a pinturas que tienen el mismo formato, las mismas dimensiones
en las que están presentados dichos códigos en el espacio
expositivo, uno al lado del otro pero oponiéndose radicalmente:
mientras el primero es exacto y geométrico, el otro es flexible y
permite una mayor libertad expresiva que el artista logra,
decostruyendo estos mismos códigos e insertando un mensaje
particular a partir de su propia subjetividad, lo que permite que la
abstracción, sugerida intensamente por el color, adquiera un
protagonismo inesperado. De alguna manera Miguelangel no quiere
dejar que la pintura, que ha sido el eje central de su trabajo,
desaparezca, que la expresividad que ha logrado a través de la
fuerza y vitalidad del color, es decir, la expresión subjetiva
misma, se diluya, y eso, en estos días llenos de superficialidad y
esnobismo, hay que agradecérselo.
"Jerusalén"
Díptico - 120 x 120 cm C/U
Acrílico sobre tela
2020
Observamos
en esta muestra una obra compleja que abre nuevos retos para que el
artista se aventure a nuevos y más acertados descubrimientos.
Esperemos que siga en este camino y le auguramos buen viaje en este
arriesgado y muchas veces azaroso mundo del arte contemporáneo. Pero
sobre todo, que siga el arte, que no es otra cosa que una maravillosa
aventura.
Gerardo León
Naranjo
Maestro
en Artes Plásticas
Universidad
Nacional de Colombia
Febrero
28 de 2020
Acapulco,
Guerrero, México
Comentarios
Publicar un comentario